que el viento se vuelva huracán

Un día, muy soleado lleno de hermosos colores y
una brisa muy suave y a la vez fría
recorría cada espacio de esa pequeña ciudad.
Ella salió, llevaba un abrigo rojo que contrastaba con el blanco de su piel
tenía, seguramente, la sonrisa más hermosa que nadie haya visto entonces.
Caminaba rapido, constante, sin dejar de sonreir en ningún momento.
Su cara irradiaba ... luz.
Era como si el día más frío de invierno hubiera pasado a ser una caminata por la playa en primavera.
Todos la miraban, todos se preguntaban... ¿ Porqué vás tán felíz, Alicia?
Y ella respondía: Nosé, hoy sólo soy yo misma.
Y nadie la entendía, creían que estaba loca. Una loca con abrigo rojo.
Ella caminó y caminó, mientras muchas miradas curiosas se asomaban a verla.
Todas, excepto una. La única persona que ella querría llamar su atención.
Pero no podía. Los ojos de él eran impertubables, fríos, duros. No había nada, ni una emoción en esos celestes ojos.
- Hola Ignacio
- Hola?
- ¿ Cuando volverás a hablarme? Tu me querías!
- Te Q-U-E-R-I-A Alicia, es un pasado .
- Pero prometiste que sería para siempre!
- Para siempre es mucho tiempo. Eres una inmadura. Entiendes... Yo no te quiero.

La siguiente palabra que Alicia iba a decir era... Entendí, pero no quería ser más patética y ridícula de lo que ella pensaba. Tan solo corrió... corrió y no paró hasta que sintió que sus piernas estaban demasiado agarrotadas como para seguir.
Pero no vió lo más impresindible... Ignacio la seguía.

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Algo que nunca va a ocurrir.
A menos que pase en TNT
Pasa en las películas, pasa en la vida
Pasa en TNT jajajajaja.
Adios :)